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10 de febrero de 2011

Democracia Participativa, un paso hacia la innovación social

Uno de los principios de la innovación es la capacidad de la transversalidad en la captación de señales, indicios, avances tecnológicos, etc que definan el entorno actual en el que debe desarrollarse la actividad, sea social, política o empresarial, objeto de la aplicación de esa innovación. Hablo de la transversalidad pensando en un modo de definir la implicación de todos los actores de interés implicados en esa actividad, dentro y fuera de la organización, y va dirigida a ampliar el espectro de captación de señales útiles.

En base a esos inputs, se generarán ideas, pero como dice Vijay Govindarajan, Profesor de International Business en la Escuela de Negocios Tuck en Dartmouth, la innovación es 1% inspiración y 99% desarrollo.

La clave es ser capaces de desarrollar el máximo número de ideas posibles, por muy descabelladas que parezcan y posteriormente tener mecanismos que nos permitan seleccionar las adecuadas para desarrollarlas. En el primer paso lo importante es la cantidad, en el segundo buscamos la calidad.

La Innovación social debe aplicarse en esa misma dirección. Leyendo blogs, comentarios en las redes sociales etc me he dado cuenta de que el número de personas implicadas en el desarrollo participativo de la democracia va en aumento, al igual que la disparidad de propuestas, ideas y proyectos. Y eso es positivo.

El reto real de la Democracia Participativa va a estar, en primer lugar en su habilidad para agrupar una masa crítica suficiente que genere esa transversalidad a la que hago referencia en párrafos anteriores, para así crear propuestas y darles valor. En segundo lugar será clave su capacidad de seleccionar aquellas propuestas que estén basadas en una argumentación real, que se alejen de movimientos populistas generados por el enfoque que, los medios de comunicación, den a algún acontecimiento puntual, y estén basadas en la realidad del entorno social, económico, medioambiental y tecnológico existente en cada momento.

El primer punto ya está trabajándose con movimientos a través de redes sociales y, si bien queda mucho camino por recorrer, es un camino que ya se está recorriendo.

En cuanto al segundo punto, existen protocolos aplicados en la gestión funcional de las comunidades de desarrollo de software libre, que, convenientemente adaptados, pueden marcar una primera línea de trabajo. No obstante, existen voces que claman por una Democracia Participativa con ausencia de liderazgos y basadas en la participación individual de cada persona.

¿Qué camino debería tomar la Democracia Participativa? Estoy convencido que ambos tienen cabida en esta revolución social y es simplemente cuestión de tiempo descubrir como cala en la sociedad cada una de estas propuestas.

Salvador Pérez
@voroperez




1 comentario:

Isabel dijo...

¿Hás oído hablar de la teoría de la masa crítica? Es el número de individuos involucrados en un fenómeno, a partir del cual dicho fenómeno adquiere una dinámica propia que le permite sostenerse y crecer por sí mismo. Una interesante teoría, aplicable a casi cualquier ámbito

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