Hoy ha caído en mis manos un manuscrito que, aproximadamente en 1940, escribió mi tío Paco. Él nos dejó hace ya unos 20 años - me cuesta ubicar cronológicamente los episodios dolorosos que he han ocurrido en mi vida - víctima del maldito cáncer, que no le permitió disfrutar de unos años de jubilación.
Lo escribió cuando se encontraba en el servicio militar y en él hace una descripción de sus sentimientos hacia una joven a la que acababa de conocer y con la que había decidido pasar el resto de su vida. Esa joven no es otra que ni quería tía Lina. El contenido del manuscrito es bastante personal y no voy a entrar en detalle en él, aunque daría para mucho hablar, sobre sentimientos, esperanza, sueños y decisión.
Simplemente quiero hacer referencia al prólogo que abre el relato y en el que dice que espera que, algún día, ese manuscrito llegue a manos de sus hijos y que les sirva para comprender mejor como era. Han pasado unos 70 años desde que lo escribió y cuando he empezado a leerlo los recuerdos han comenzado a llenar mi mente y, además de la emoción que he sentido, he comenzado a reflexionar sobre el destino final de todas las reflexiones y rayadas que escribo en mi blog.
Mi tío utilizó pluma y papel, yo utilizo este blog. Seguro que cuando guardó esas hojas, no sabía donde o como podían acabar. Dentro de 70 años ¿ donde estará todo esto que escribo? El mundo cambia tan rápido...
Al igual que a él, me encantará que, algún día mi hija, o futuros hijos que pueda tener, lo lean y puedan comprender mejor como soy. No espero que les guste mi forma de ser, pero si que la entiendan y la acepten.
Ha sido una experiencia inolvidable.
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