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9 de marzo de 2009

Crisis de lealtad

Hoy cuando he escuchado a la fundación de las cajas de ahorros , FUNCAS, vaticinar un aumento del paro hasta los cuatro millones y medio durante este año, una caída de la economía española de un 3% y no se cuantos augurios negros más, primero se me ha caído, una vez más, el ánimo al suelo. ¿ Para que narices estamos trabajando y luchando por mantenernos a flote si al final todo es negro, oscuro, desastroso? Por suerte, esas gilipolleces conmigo no van y dos segundos después estaba de nuevo en mi sitio.

Pensemos. Si las cajas de ahorro dicen esto, ¿por qué será? ¿Que interés pueden tener en que los trabajadores se asusten? Al más desfavorecido, que ya ha perdido su empleo, en cierto modo se la trae floja. Su preocupación es otra, comer que coman los suyos y que pasen este trance del modo menos doloroso. ¿ Y los que aún tienen empleo? Quizás, en un acto honorable de preocupación por el bien de los españoles, y para evitar que caigan en la tentación del consumo, las cajas nos cuentan la verdad, nos muestran lo negro del futuro próximo, por si todavía hay alguien que no se ha enterado y se le ocurre gastar algo más que el precio de la subsistencia, ya que, por lo visto no tenemos derecho a nada más.

Yo no lo veo así. Sinceramente, las cajas de ahorro has desplegado toda una batería de fantásticas ofertas, rentabilidad a corto, locura de beneficios y demás extraordinarias dádivas que nos empujan a poner nuestro dinero en sus manos. Pero esto no es suficiente, no consiguen captar el volumen de fondos necesario para hacer frente las obligaciones que han contraído en los últimos años, en esa época de locura inmobiliaria donde los puros se encendían con billetes de 500 euros, y que ahora amenazan con mostrar la realidad de su gestión.

El impulso final es acojonar, asustar al que todavía tienes sus ingresos intactos, para que, ante lo apocalíptico de las predicciones, decida poner el dinero que habitualmente se destina al consumo de cosas “superfluas”, en los bolsillos de las cajas. Pan para hoy, hambre para mañana. Por lo visto aquí cada uno busca cuidar su trasero, y a los demás que los zurzan. Si con esta actitud las cajas, o mejor dicho lo político-empresarios que las dirigen, salvan su culo, los demás no importan. El objetivo de esa atracción de activos, visto lo visto, no es la concesión de créditos para colaborar en la reactivación de la economía.

Esta crisis a pasado de ser una crisis financiera a económica, de económica a crisis de confianza y hoy es, ante todo, una crisis de lealtad. Lealtad hacia los ciudadanos.

1 comentario:

mexcar dijo...

Sempere,

Lo de "Por suerte, esas gilipolleces conmigo no van", pues mira nano, primero si lo consideras gilipolleces, sí que eres un afortunado. Preguntale a los que ya están en el paro y lejos de ver la luz en el tunel, lo que ven es que se le terminan las pilas de la linterna.

Menos mal, que vamos a ser 4,5 millones y nos haremos compañia. Más bien vamos a necesitar un niño de puta madre, porque mucho no saldrán nunca de ahí. Al tiempo.

Al que ya está en el paro le preocupa que va a tener mucha compañia y en este caso, por desgracia la compañia no es buena, porque habrá gente muy preparada luchando por cualquier puesto de trabajo. Hablamos a finales de año, cuando estemos en mitad de la crisis, a ver si sigues pensando igual.

Es evidente que tanto cajas como bancos tratan de atraer capital ¿es malo? no las defiendo, pero no hay que tirarse de los pelos por esto, que al fin y al cabo es su negocio. ¿Prefieres que quiebren porque la gente siga gastando los ahorros? porque en ese caso si que vamos a ver las orejas, los dientes y hasta el rabo (con perdón) al lobo.

Si las cajas y bancos no tienen dinero (de aquellas personas o empresas que todavía les queda) no podrán dar prestamos a los que más lo necesitan: las empresas, como la tuya. ¿Que pensarias si tu empresa necesitara un prestamo y el banco te dijera: "lo siento es que no tenemos dinero porque la gente se lo ha gastado y el que teníamos ya lo hemos prestado y no nos lo devuelven".... ¡ala! a declarar la quiebra y otro más al paro, a engrosar esa lista de millones...

Razionaliza, Salva, para el ciudadano de a pie, no es tiempo de mal-gastar sino de mantener ahorros y gastar lo justo y lo que te puedas permitir.

Un saludo

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