Me encanta ponerme delate de un teclado y escribir. Expresar como me siento o qué siento frente a determinadas situaciones. Siempre intento no ser un mero repetidor de palabras ajenas. A veces, hablando con otras personas, discutiendo de un modo amistoso sobre distintos temas, sobre todo de la vida política, me entristece poder intuir de un modo claro que cadena de televisión ven, o que emisora de radio escuchan, ya que, inconscientemente, repiten palabra por palabra argumentos que se promocionan desde estos medios, sin cambiar ni tan siquiera el orden de las mismas para expresar aquello que han oído. Lo mas triste es cuando me descubro a mi mismo con el mismo comportamiento y lucho continuamente contra esto. Hoy en día, con tanto informativo orientado y tertuliano interpretador es difícil encontrar un terreno libre de condicionantes para construir de un modo libre tu propia opinión.
Hace unos días descubrí un podcast de la BBC que realmente informa. No introduce matices interpretativos del contenido de las noticias. Las expone, sin más. Lástima que en él, únicamente encuentro noticias internacionales, interesantes pero demasiado lejanas de mi vida diaria y del entorno en el que me muevo.
Frente a esto que tenemos? Por un lado las cadenas públicas que informan en función del gobierno que las controla -véase Canal 9 que es el extremo opuesto a lo ético y que se ha convertido en el pilar principal sobre el que se sustenta el Gobierno de la Generalitat Valenciana- , las cadenas privadas que son cadenas de opinión en lugar de información y, el escándalo de la TDT, donde se han repartido licencias a dedo, a los amigos de cada gobierno. El criterio seguido para estas concesiones no ha sido otro que el de la cercanía ideológica al partido en el poder y en muchos casos el interés personal del otorgante de la licencia. Mira la parrilla de TDT que tienes en tu casa e investiga quien está detrás de cada una de las cadenas. Asusta.
TVE es lo más parecido, en los medios que tenemos en nuestro país, que hay a un medio de comunicación imparcial. Muy lejos de la televisión manipulada del Gobierno de Aznar, los informativos de Lorenzo Milá se acercan bastante a la objetividad en la información. Eso si, con matices.
En resumen, que se me ha ido un poco la olla, muchas veces me encuentro falto de temas sobre los que reflexionar que no hayan sido exprimidos hasta la saciedad anteriormente por otros. Más aún, y esto es lo importante, cuando todo lo que ocurre a mi alrededor ha pasado a un segundo plano.
Besde hace 9 semanas ha entrado en mi vida un factor nuevo, que me obliga a relativizar mi, a veces enfermiza, obsesión con todo lo que pasá a mi alrededor y sobre lo que únicamente puedo opinar, que no influir, y centrarme más en los míos.
Nuestro primer hij@, ya está en camino.
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