El caso Gürtel para muchos no es más que un caso más de corrupción donde unos pocos, se han aprovechado de su posición de poder para obtener cantidades importantes de dinero público, para su uso personal. Que cabrones....... Pero uchos se quedan ahí, sin ver hasta que punto esta trama ha coartado nuestros derechos. Pongo un ejemplo:
Hace menos de una semana, nació mi hija, y mis preocupaciones empiezan a centrarse todo lo que tiene relación con ella. Aunque no solo.
En mi pueblo, Albal, el Ayuntamiento ha construido una Escoleta. Un centro dirigido a la educación de 0 a 3 años. Al no existir una partida presupuestaria en los presupuestos generales del Estado para esta franja de edad, a los papis, nos toca rascarnos el bolsillo. Para suavizar el coste, tanto el Ayuntamiento como la Generalitat Valenciana se comprometieron a facilitar ayudas económicass a las familias que llevasen sus hijos a este tipo de centros ( me consta que no sólamente Albal ha tomado esta iniciativa ). La sorpresa llegó cuando, si bien el Ayuntamiento mantiene su ayuda, la Generalitat Valenciana da marcha atrás y deja a muchísimas familias con el marrón de tener que costear de su bolsillo algo, importante, pero con lo que no contaban. Falta de presupuesto, supongo.
Si nos ponemos maquiavelicos, puede ser un torpedo a la base de flotación de estas iniciativas, ya que si surjen muchasn similares, las concertadas - habitualemente de titularidad de la Iglesia, y no olvidemos la vinculación de parte del Gobierno de la Generalitat Valenciana con el Opus - verán su territorio infectado de iniciativa pública. Y eso.... no mola.
Pero eso es ponerse en un prisma muy cutre. Dejémoslo en, no hay presupuesto. Pues bien, los últimos dias se ha sabido el sobrecoste que tuvo la contratación de la sonorización de los actos en la visita de Benediicto XVI a Valencia hace un par de años. Más de un millón de euros. En mi puebo, la subvención que la Generalitat tenía asignada y que ha retocedido, era de menos de 50.000. Triste, la verdad
Hace menos de una semana, nació mi hija, y mis preocupaciones empiezan a centrarse todo lo que tiene relación con ella. Aunque no solo.
En mi pueblo, Albal, el Ayuntamiento ha construido una Escoleta. Un centro dirigido a la educación de 0 a 3 años. Al no existir una partida presupuestaria en los presupuestos generales del Estado para esta franja de edad, a los papis, nos toca rascarnos el bolsillo. Para suavizar el coste, tanto el Ayuntamiento como la Generalitat Valenciana se comprometieron a facilitar ayudas económicass a las familias que llevasen sus hijos a este tipo de centros ( me consta que no sólamente Albal ha tomado esta iniciativa ). La sorpresa llegó cuando, si bien el Ayuntamiento mantiene su ayuda, la Generalitat Valenciana da marcha atrás y deja a muchísimas familias con el marrón de tener que costear de su bolsillo algo, importante, pero con lo que no contaban. Falta de presupuesto, supongo.
Si nos ponemos maquiavelicos, puede ser un torpedo a la base de flotación de estas iniciativas, ya que si surjen muchasn similares, las concertadas - habitualemente de titularidad de la Iglesia, y no olvidemos la vinculación de parte del Gobierno de la Generalitat Valenciana con el Opus - verán su territorio infectado de iniciativa pública. Y eso.... no mola.
Pero eso es ponerse en un prisma muy cutre. Dejémoslo en, no hay presupuesto. Pues bien, los últimos dias se ha sabido el sobrecoste que tuvo la contratación de la sonorización de los actos en la visita de Benediicto XVI a Valencia hace un par de años. Más de un millón de euros. En mi puebo, la subvención que la Generalitat tenía asignada y que ha retocedido, era de menos de 50.000. Triste, la verdad
1 comentario:
vergonzoso!en mi pueblo no hay ningun tipo de ayuda para guarderias, pero lo mas vergonzoso en nuestra comunidad sin duda es la sanidad. Que te duela un pie y te den cita para el traumatologo para dento de 4 meses, es sin duda vergonzoso, indignante e insultante. Tengo un caso muy muy cercano de una niña que desde su nacimiento necesita muchos cuidados medicos; pues se ha tenido que empadronar en Barcelona para tener los cuidados que necesita,no más cuidados, sino los que necesita. Por qué en una distancia de tan sólo unos kilometros hay tantisima diferencia en un servicio tan necesario como es la sanidad? esa pregunta me lleva a pensar que simplemente es una cuestión de prioridades al administrar los recursos de una comunidad. Como valenciana me siento profundamente discriminada!
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