Se rompió el equilibrio

Esta semana ha sido dura. Realmente. Entiendo el bienestar y la felicidad personal como un equilibrio del bienestar y felicidad de mi entorno. Hay muchas personas en mi él, con las que tengo o tuve en algún momento una relación más o menos cercana. Personas con las que tengo contacto periódico, más o menos frecuente, pero lo mantengo.

Familia, amigos, compañeros, seres queridos con los que he compartido, y sigo compartiendo con alguno de ellos, partes de mi vida. Partes de mi, que simplemente viven, están, y con las que, de vez en cuando, comparto vivencias, experiencias, planes. Demasiado de vez en cuando en ocasiones. Pero que sé que están ahí y que antes o después seguiremos compartiendo.

Esta semana se ha abierto un hueco demasido grande en los elementos que dan equilibrio a mi vida. Ha fallecido mi primo José Domingo. Compartimos momentos importantes de la infancia, y aunque hace ya algunos años que teníamos una relación muy esporádica, él estaba ahi. Como una pieza del puzzle que crea el equilibrio en mi vida.

Ese equilibrio se ha roto.

Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ese hueco no volverá nunca a estar lleno. Nos hemos quedado vacios. En la vida tenemos un compañero del que no nos podemos olvidar, la muerte. Un compañero que ninguno queremos, pero que debemos mantener en nuestras mentes continuamente.

Me siento mal, jodido, y no puedo quitarmelo de la cabeza. Pero la vida sigue, y quedan muchas piezas más a las que quiero, y con las que seguiré compartiendo partes de mi.

José Domingo, olvidarte va a ser imposible primo, y espero que el dolor poco a poco se transforme únicamente en un recuerdo de cariño.

Esta semana ha sido dura.