La vuelta a casa postnavidad

Finalmente se acabó el descanso y toca volver al tajo. Hechando un vistazo a los mediosm, lo único que se ve es más de lo mismo. La bolsa que se hunde, el paro sigue creciendo, todos los indicadores económicos son desastrosos, bla, bla,bla.

Al menos nuestro amigo el EURIBOR está ya en unos niveles medio razonables -hoy he leido que ha llegado al 2,7%- Si mañana jueves 15 de enero -por si lo lees pasado unos días- nuestro amigo Trinchet vuelve a bajar el precio del dinero, al final tendremos un interés de referencia adecuado. Es una buena noticia para el que renueve su hipoteca ahora. Le van a quedar unos cuantos eurillos más en el bolsillo para gastar y así, entre todos, animar el consumo de nuevo. O por lo menos darse un homenaje que ya toca.

Aunque, estoy seguro, que muchas personas que ya se han acostumbrado a un gasto mensual más controlado, van a optar por el ahorro. Por si acaso. No es una actitud criticable por la incertidumbre que, aún a día de hoy, envuelve nuestra vida, pero la única opción para darle un empujón a esto es que todos pongamos un granito de arena para que el dinero vuelva a correr.

En lo que dudo que ayude mucho es en la concesión de nuevos créditos ya que, o bien no te los conceden con lo cual no hay mucho que discutir, o te ofrecen diferenciales con el euribor mucho más elevados de los que se ofrecían en la última fase del ciclo económico anterior. Esto es ya como las gasolineras, a las subidas me apunto pero las bajadas... amortiguación.

También es una buena señal, para los que nos dedicamos a las exportaciones, que el cruce entre el euro y el dolar se relaje un poquito, y los precios de nuestros productos en el exterior recuperen la competitividad que han ido perdiendo simplemente por el factor del cambio de moneda.

Además, mercados emergentes, como Rusia, están empezando a contagiarse de los efectos de la situación económica mundial, más aún cuando el precio del petróleo ha caido por debajo de los 50USD, y eso es una putada. Para Rusia y para los que vendemos allí.

En los últimos meses, éste ha sido el mercado que nos ha mantenido vivos a muchos y empieza a tambalearse. Que le vamos a hacer... Optimismo. El mercado está lleno de oportunidades y por suerte los huevos no están todos en la misma cesta, al menos en mi caso.

En fin, estamos todos metidos en la misma noria y seguro que salimos de ella, más o menos dolidos, pero saldremos.

Eso si, sonriendo y con ganas.